El Foro de São Paulo nació de la caída del Muro de Berlín para que partidos y grupos con ideales similares, de izquierda, en Latinoamérica pudieran debatir sobre las consecuencias que esto iba a tener en la arena internacional. Casi 30 años han pasado y el foro de São Paulo ha visto ir y venir a cualquier cantidad de grupos y gobiernos, pero siempre se ha mantenido funcionando dentro de la esencia que lo caracteriza, la misma que de una forma u otra tenemos en pueblos, desde la California hasta la Patagonia, la lucha por los derechos de América Latina se ha venido intensificando, con detractores por doquier, queriendo venderle a los pueblos la idea de que con la limitación del estado en asuntos jurídicos y económicos, la empresa privada puede hacerse cargo de sus necesidades siempre y cuando ellos estén dispuestos a trabajar por ellas. Justificación que ha sido probada como ineficaz en decenas de escenarios diferentes, lo que se busca en este foro de São Paulo es que los líderes sean capaces de debatir sobre lo que está ocurriendo actualmente, con un carácter objetivo, con toda la rigurosidad que esto requiere, y que a la vez sean capaces de aportar soluciones realistas en cada oportunidad que tengan, lo que este foro demanda de sus participantes es que se tenga en cuenta el sentido de la cooperación, no es solamente acerca de quien tiene la mejor solución, (porque siempre todos asegurarán tenerla) es sobre quienes pueden tomar todas las “mejores soluciones” y hacerlas parte de algo en lo que todos puedan estar de acuerdo, como decía Galeano “al fin y al cabo somos lo que hacemos para cambiar lo que somos”, seamos el ideal de la equidad haciendo que con nuestras soluciones podamos ser dignos de ella.

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